Apareció en la calle. Estaba bien cuidada, limpia y con las uñas cortadas, por lo que fue casera y seguramente la abandonaron. Difundimos su foto por todas partes pero nadie la reclamó, así que una voluntaria la llevó a su casa y está de acogida desde entonces.

Es una gata curiosa y atrevida. Al principio es un poco asustadiza, pero jugando te ganas su confianza y la puedes coger y achuchar.

Convive con más gatos, por lo que tiene experiencia al compartir. Ha cambiado mucho de comportamiento y ha dejado de ser territorial para ser una gata muy amistosa y juguetona con los demás.

Además, antes tenía especial predilección por los hombres, y ahora es igual de cariñosa y mimosa con todos los miembros de su casa de acogida. Hace croquetas, da cabezazos cariñosos, ronronea, se deja achuchar y tocar la barriguita sin problema… Es un verdadero caramelo: dulce y encantadora. Por no hablar de lo guapísima que es, con su pelaje superesponjoso y sus intensos ojos azules.
Una belleza por dentro y por fuera.